El problema de raíz, la periodoncia
Periodoncia, del griego pero, alrededor y doncia diente, parte médico-quirúrgica que estudia la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los tejidos que circundan al diente, encía y hueso.
Hasta hace unas décadas el uso de azúcares refinados producían que la caries fuera la primera causa de pérdida de piezas dentales. Hoy en día la caries ha sido sustituida por la enfermedad periodontal.
¿Qué es la enfermedad periodontal (E.P)?
La E.P. se relaciona directamente con bacterias que habitan adheridas a las superficies dentales (corona y raíz), ocasionando la destrucción del hueso de soporte del diente y como última consecuencia la pérdida de la pieza.
¿A quién afecta?
Los últimos estudios revelan que el 30% de la población mayor de 35 años se ve afectada y en los mayores de 55 años llegan a más de la mitad de la población. También habría que señalar factores presdisponentes, como el tabaquismo que aumenta la predisposición hasta en un 2.6. La diabetes mellitus, el VIH o el estrés también se comportan como agravantes. E.P puede ser transmitida de padres a hijos o entre parejas, las bacterias usarían como medio de transporte la saliva. Por lo tanto si un miembro de la familia la padece debe acudir a su periodoncista.
¿Cuáles son los primeros síntomas? Gingivitis y Periodontitis
Como norma general el acumulo de placa provoca una pequeña inflamación en la encía, gingivitis, y como consecuencia el sangrado de la misma, que lleva en numerosas ocasiones a pensar en una mala técnica de cepillado. La ausencia de sangrado no es un requisito para no padecer de la E.P. Si esta inflamación inicial se mantiene en el tiempo, pasaríamos a un estadio más avanzado de la enfermedad, acarreando una pérdida del hueso de soporte del diente, periodontitis.
Otros síntomas son: retracciones de la encía pareciendo el diente más largo de lo que originalmente era, movilidad o apariciones de diastemas (espacios entre dientes), mal aliento y presencia de pus. Todos estos síntomas pueden presentarse solos o combinados.
¿Cómo se trata?
El tratamiento siempre va a venir determinado por un diagnóstico certero. Desde el punto de vista medico, se pueden utilizar antibióticos, colutorios siempre combinados con tratamientos operatorios, ya sean raspados/alisados (procedimiento por el cual se elimina el sarro de raíces). En ocasiones se hace necesario tratamientos quirúrgicos para lograr una buena reinserción de la encía.
La regeneración de encía o hueso se hace con técnicas que incluyen membranas y hueso. Las recesiones o síndrome del “diente largo” producidas por la E.P o por el cepillado agresivo, producen problemas estéticos y de sensibilidad en las raíces de los dientes y han de ser tratados con injertos del propio paciente o con matrices artificiales, obteniendo resultados altamente estéticos.
¿Qué hacer cuando ya se han perdidos uno o todos los dientes?
Los implantes dentales son raíces artificiales que se alojan en los maxilares por medio de una cirugía ambulatoria. Sobre dichas “raíces” se colocaran coronas restableciendo la función y la estética sin tener que tocar ningún otro diente sano. Hoy en día con las nuevas generaciones de implantes el índice de éxito se sitúa en un 97% en pacientes sanos, por lo que los resultados son altamente predecibles.
Los implantes han cambiado los planes de tratamiento en la consulta, las antiguas prótesis han pasado a un segundo plano, por lo que la calidad de vida del paciente ha mejorado notablemente.
En conclusión, la manera más efectiva frente a cualquier patología en el campo médico-quirúrgico ha sido siempre y será el diagnóstico precoz.